Se trata de la primera gran obra encargada al artista en Venecia 1469, y uno de los primeros edificios plenamente renacientes de la ciudad. Formaba parte de un monasterio de monjes camaldulenses situado en una isla en medio de la laguna. Codussi emplea en este edificio soluciones de gran sencillez y belleza. El interior se estructura en tres naves separadas por arcos de medio punto sostenidos por elegantes columnas. La fachada es muy novedosa, e inaugura una tipología llamada a tener mucho éxito; la simetría preside la composición, caracterizada por el almohadillado irregular del primer cuerpo, dividido en tres calles separadas por pilastras. Dos ventanas de medio punto rasgan el muro. El acceso se realiza por una portada muy clasicista, rematada por frontón triangular. El segundo cuerpo de la fachada es liso, y presenta un grácil ritmo curvilíneo por la yuxtaposición de formas derivadas del círculo (rosetón, frontón, aletones laterales) así como una rica molduración, con frisos compuestos por dobles hileras de gotas con remate liso. La arquitecura de esta fachada es tan simple y armónica que casa perfectamente con elementos tan dispares como la capella Emiliana, adosada a ella en época posterior, y la portada goticista que se abre en un lateral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario